miércoles, 16 de enero de 2008

Nota en el Sierra Madre

Los cambios se dan en tanto uno se sienta involucrado: el compromiso es la parte fundamental para que el proceso se ponga en marcha. "Ser parte" tiene como principio el valor que significa "pertenecer" a este proyecto. Pertenecer en el sentido no como "esto me pertenece" sino cómo pertenezco a "es decir, uno mismo incluido en un proyecto, en un todo, que lo trasciende".












Con el título "Ser parte", Martín Molinaro presentó su obra en Ge Galería en San Pedro, Monterrey y donó los recursos de las ventas a una institución.
Aunque es de estatura promedio, para los asistentes fue imposible no distinguir al artista argentino Martín Molinaro desde su primera vista. Y no por hablar muy fuerte y ser protagónico, de hecho parece suceder al revés, una simpatía tímida y extrovertida a la vez iban en prefecto acuerdo con el resto de su personalidad, su obra y su atuendo. Como un niño pequeño que hace cosas en grande y no únicamente por el formato que presenta, sino por haber donado el precio de venta de la obra en su totalidad (la obra "Ser parte" alcanzó un precio significativo U$S 36.000 dólares) a una institución de Monterrey.
El martes 4 de diciembre, la Ge Galería, ubicada en el centro de San Pedro, se vistió de luz, color y movimiento al recibir a cientos de regiomontanos que asistieron a conocer la más reciente propuesta del artista y apoyar esta causa bajo el título "Ser parte". Sencillamente encantador, Molinaro de 36 años, recorrió el espacio a veces caminando, brincando o corriendo, según lo que estuviera platicando con los demás, mientras todos disfrutaban de un exquisito cóctel a cargo del restaurante Pancracio, antes de llegar al momento más esperado de la noche.
Lo que se llevó la noche
La parte más emocionante de la noche fue, sin duda, el momento en que a los compradores de las 36 piezas que conformaban el políptico de gran formato de la pared principal se les repartió al azar el cuadro que les correspondía.Este momento estuvo animado por René Treviño, quien iba mencionando uno a uno, mientras su esposa, Any Garza de Treviño sacaba los nombres de una ánfora de vidrio y repartían a su vez una foto con un pequeño acordeón para facilitar su ubicación, ya que más adelante las desprenderían de la pared para podérselas llevar a sus casas con el fin de recordar la satisfacción y felicidad de "Ser parte" de este original encuentro entre el arte y la ayuda.
Más acerca del artista
Algunos han dicho que parece máquina, otros que no duerme más de 4 horas, pero el conocer a Molinaro es una verdadera experiencia que viene a complementar de manera perfecta sus creaciones plásticas y a la vez sin imponer un solo significado dentro de su propuesta, abriendo a los espectadores un mundo de significados y posibilidades que los cautivó por horas. El artista argentino trabaja en performance y fotoperformance, además es docente e investigador en esos lenguajes, dicta cursos y talleres, ha sido dibujante de humor gráfico para la prensa escrita (entre ellos LA OPINION), ilustra cuentos y ha tenido una agencia de publicidad. Ha sido recurrido no únicamente en su país natal, sino en Uruguay, Brasil, Bolivia, Venezuela, República Dominicana, México, Alemania, China, Suecia y España. Inquieto, creativo y enérgico, Molinaro convivió por horas con los regiomontanos, quienes facinados no únicamente por su obra sino también por su personalidad, aprovecharon para felicitarlo y conocerlo de cerca.
"Me persigue una nube", "La veo correr a mi abuela detrás de mis párpados", "El perro del patio de las sillas rojas", "Lo logré", "Es Pintura" y "Al Fin", son tan solo algunas de las frases que, salpicadas dentro de sus cuadros, parecieron cautivar y despertar la imaginación, de quienes se acercaban a contemplarlas en silencio.
Una obra de gran formato "Abrazaba" desde su llegada a los espectadores que se dieron cita para formar "parte de" esta obra dentro de una velada que seguramente les resultó memorable.Entre sus dípticos, polípticos, performance y cuadros, destacó una de gran formato que se encontraba justo en la entrada, consistente en 36 cuadros abstractos, formando parte de un gran "todo" que yacía colgado en la pared y en el que abundaban distintas gamas de los colores negro, blanco, gris, rojo y café.
Las nubes lloviendo aparecieron como motivo del resto de su obra, hecho que poco a poco fueron descubriendo los espectadores, que caminaban para ir viendo los cuadros y los que las contemplaban desde el centro de la sala, donde se encontraban unas salitas de color blanco, y al son de una música retro-lounge de fondo.
Conocedor del México, al que ha visitado en distintas ocasiones, ha sido invitado por la UNAM (Universidad de México) y por el ex Teresa Arte Actual, en donde participó en el evento Performagia.
René Treviño dio un mensaje de bienvenida y felicitación, entre chistes y mensajes, que en minutos crearon un ambiente de lo mejor en el que todos se mostraron de lo más divertidos y participativos.
Posteriormente, Federico Valdez, dio unas palabras de agradecimiento a nombre de la institución.
"Ahora nuestro viaje continúa por México, ya que con Meli (Eijó), estamos recorriendo todo el país por 2 meses, de Monterrey bajamos por el Gran Cañón del Cobre, una experiencia increíble, luego a Tijuana y de ahí bajar por el Pacífico a Oxapa y la Selva de Chiapas".
Fuente: Valeria Armenta en la revista "Sierra madre" del diario "El Norte" de Monterrey.